El desarrollo dentario u ontogénesis del diente es un conjunto de procesos muy complejos que permiten la erupción de los dientes por modificación histológica y funcional de celulas totipotentes. Aunque la tenencia de dientes es común a muchas especies muy distintas, su desarrollo dentario es bastante parecido al de humanos. En humanos, se requiere de la presencia de esmalte, dentina, cemento y periodonto para permitir que el ambiente de la cavidad oral sea propicio al desarrollo, el cual sucede durante el desarrollo fetal. Los dientes de leche, o deciduos, comienzan su desarrollo entre la sexta y octava semanas de desarrollo, en el útero, y la dentición permanente empieza su formación en la vigésima semana. Si este desarrollo no se inicia en el lapso prefijado, la ontogénesis dentaria es parcial e imperfecta.
Odontologia
domingo, 26 de enero de 2014
sábado, 25 de enero de 2014
Problemas con el biberon
El Ministerio de Salud recomienda evitar el uso de biberones en los niños pequeños ya que perjudica el crecimiento, desarrollo y ubicación de los dientes, creando problemas en el lenguaje y el aprendizaje que podrían dejar secuelas permanentes.
María Elena Flores, integrante de la Dirección General de Promoción de la Salud del Minsa, dijo que un niño que sólo usa el biberón para alimentarse, en lugar de recibir el pecho de su madre, no desarrolla los músculos de sus maxilares inferiores y superiores, postergando el brote y desarrollo de su dentición.
Si bien los primeros dientes del menor deben brotar a los seis meses de edad, mencionó que en un niño que no lacta del pecho de su madre los primeros incisivos aparecen al séptimo u octavo mes.
Es más, señaló que los niños que usan biberón tienen los dientes “chuecos” o superpuestos unos entre otros. “Un niño que no succiona que sólo toma tetina va tener problemas en la dentadura. Posiblemente va a tener dientes que estén ubicados uno sobre otros porque no ha ejercitado sus maxilares”, agregó.
Entre otras consecuencias, mencionó que estos niños suelen tener caries como resultado del alto contenido de azúcar que tienen las “formulas infantiles”. “Estos productos contienen altas concentraciones de azúcar que son sumamente refinada, lo cual perjudica el esmalte de los dientes”, sostuvo.
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